Llevo tres horas jugando con ella. Sé que esta vez no puedo fallar. He dedicado tanto tiempo a esta novela que, horror, empieza a hastiarme el no hallar progresos. Haberlos hailos, de acuerdo, pero lo que hoy está bien mañana se convierte en mediocre. Es como un jerséy que se me queda pequeño a medida que crezco literariamente. Tiene muchos enganchones y una de las mangas siempre me sale torcida. Lleva parches en los codos y crece conmigo. La pregunta es, ¿cuándo dejaré de crecer yo? ¿Cuándo podré ponerme el jerséy más de tres días seguidos?
Seguiré tricotando con cuidado.
El Constructor de muros
Hola, precioso blog, deja volar a tus musas y deleitanos con tus textos.
ResponderEliminarIn beso
Gracias por pasarte por mi blog, aunque utilizo mas el otro, porque Plumas lo quiero cambiar por eso esta un poco en Off
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