26 nov 2009

Monopolio temporal


Lo peor de lo malo es cuando te acostumbras. ¿Examen de 3.000.000 de hojas? El año pasado los tenía de 1.000.000 hojas, eso sí que era una tontería. En comparación, claro está. Porque evidentemente no lo es.

No sé si se me habrá echado de menos, pero mi panorama actual no me permite apenas asomarme por aquí (bueeeeeeeeeeeno, solo ha sido una semana y pico, pero sigue siendo mucho). Solo me falta llevarme el saco de dormir a la facultad. Las asignaturas se escurren, se amontonan los apuntes por pasar a limpio y los finales cada vez están más cerca.

Por supuesto, nada de escribir.

Solo darle vueltas a la trama de camino a la uni, en el bus, con un puñado de sentencias en la mano y el lápiz en la otra. La sociedad ESTOYHASTAELMOÑO S.A se constituyó con un capital inicial de 500 exámenes... ¿Y por dónde iba mi protagonista? Ah, sí, estaba a punto de planear el eje del conflicto, cuando apareció una montaña de apuntes de derecho mercantil que requerían urgentemente mi atención.

Y así con todo.

Prometo estar de vuelta pronto, en cuanto pueda disponer de cinco minutos LIBRES. Libres para mí, no para disminuir una montaña de apuntes que empieza a tambalearse. A ver si este asunto deja de monopolizar mi tiempo.

Saludos,

naTTs

15 comentarios:

  1. Hola naTTs.

    Paciencia, mucha paciencia, verás que cuando menos te lo esperes el montón se queda en nada y ha sido transportado a tu cerebro, así, sin darte cuenta.

    Un saludo
    Jesús

    ResponderEliminar
  2. Ánimos naTTs, la vida de estudiante es muy dura, dura de verdad, pero a cambio tiene una sensación maravillosa e inigualable: la de que todo está por venir, y que todo, absolutamente todo puede aún corregirse. Así que tú tranquila y estudia mucho, más aún, que luego, cuando escribas, lo disfrutarás como una loca.
    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Hola Natalia, tenía tiempo sin pasar por aquí.

    Comparto las palabras de Sergio y Jesús, los estudios son la base de tu progreso como individuo en la sociedad, por eso requieren la atención necesaria.

    La paciencia es una virtud que todos debemos alcanzar; ella dictamina el alcance de nuestras metas.

    Esperamos pacientes la publicación de tu nuevo artículo.

    Un cordial abrazo,

    Daniel DC

    ResponderEliminar
  4. Ánimo, compañera de fatigas universitarias; ya verás como tú, puedes con ello. Y luego, cuando llega el título a tu mano, pasa algo indescriptible.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Ufff, pobre...tienes mucho mérito. Lo único que puedo decirte es que, bueno se pasará y que para no perder del todo el hilo de la escritura, toma notas cuando puedas, así en plan esquemático, para que no pierdas nada, luego seguro que te acuerdas de como querías desarrollar esa idea, pero si no lo apuntas algo se perderá, o al menos a mi me pasa.
    Ánimo y te esperamos a tu vuelta!

    ResponderEliminar
  6. ¡Ánimo! Por suerte para ti, y para mi también, el tiempo siempre circula para adelante y no se para. O al menos así ha sido hasta ahora, malo será que cambie y nos quedemos atrapados en un bucle temporal de exámenes infinitos.

    Saludos!

    ResponderEliminar
  7. Jesús:

    Gracias por los ánimos. Me gusta esa idea de que todo se transporte a mi cabeza. Ciertamente, me encantaría despertar al día siguiente de cada uno de los exámenes, y decir: ya está. Estudié, y lo hice. Todo ha pasado.

    Abrazos,

    naTTs

    ResponderEliminar
  8. naTTs, tienes una pequeña mención en mi blog, en la entrada de Prosofagia.

    Besos! y mucho estudio!

    ResponderEliminar
  9. Deusvolt:

    Oye, pues no lo había visto así. Sé que hasta la fecha de la licenciatura me ampara una especie de protección, supongo que relacionada con lo que dices.

    Amigo, estoy segura de que una de tus predicciones se cumplirá sí o sí: cuando pueda agarrar un boli y un folio, seré sumamente feliz. Y mientras tanto, estudio esperando llegar pronto a la meta.

    Besos,

    naTTs

    ResponderEliminar
  10. Daniel, lo sé: paciencia, paciencia, paciencia, paciencia.

    Por el momento no hay otra, solo pensar que acabará pronto, que es útil. Gracias por los ánimos.

    Un abrazo,
    naTTs

    ResponderEliminar
  11. Enrique:

    ufff!!! Me queda un montón para el título. Por el momento me consuelo con metas más cercanas, como no dejar ninguna este semestre o volver a escribir. Pero todo se andará.

    La verdad no es que me deprima el estudiar en sí, sino el verme privada de mis vicios cotidianos (holgazanear, escribir, no tener algo que hacer...).
    Se agradece el apoyo. Un beso!!

    ResponderEliminar
  12. Elena: Sí que estoy preocupada por haber dejado colgada la novela. Me da miedo que, al retomarla, haya perdido un poco el hilo o el espíritu y no sea capaz de retomarlo. Procuro, como digo, pensar mucho en ello, pero a la vez ello dispara mi frustración por no poder escritor.

    Intento ser positiva: alejarme de lo escrito me dará la oportunidad de revisarlo mejor.

    Tomaré notas como dices, que no es la primera vez en que una idea genial se la traga el olvido.

    Besotes, naTTs

    ResponderEliminar
  13. Álvaro: tienes razón, aunque parezca que a veces se nos olvida... ¡el tiempo no deja de correr!
    Así que nada de bucles infinitos de exámenes, que me entran escalofríos... =P
    ¡Nos leemos!

    ResponderEliminar
  14. Blanca:

    Tu entrada no tiene desperdicio. Te he respondido allí. La verdad es que le estoy cogiendo el gustillo a colaborar en Prosofagia. ¡Menudo honor, visto lo visto!

    Prometo estudiar ;)
    Besos!!!

    ResponderEliminar
  15. !Aguante Natts!

    Siempre que llovió, escampó. Hasta en Macondo...

    Claro que en Macondo no había sociedades comerciales con capitales iniciales de 500 exámenes, es cierto, jejejeje.

    Cariños
    Esther

    ResponderEliminar