18 mar 2010

Agujero en la pared

La mente del escritor es, por definición, cotilla. Así es al menos como yo lo siento. Cualquier historia parece buena. Cualquier hilo puede pertenecer al inicio de una madeja. Siempre quiero saber más.

Muchas veces me gustaría disponer de un agujero que diera a la pared de todos los comedores, salones, dormitorios y pasillos en los que tienen lugar las charlas que llenan los libros. Quisiera adivinar la historia de la mujer con la que me cruzo todos los días en el autobús y hoy tiene aspecto triste, lo que ese chico le dice a su compañero de al lado en susurros inaudibles. Casi siempre, cuando escribo, quisiera ser yo el narrador: un ente impersonal que puede saberlo todo, pasar las horas al lado de sus protagonistas, escuchar sus charlas, conocer sus pensamientos, anhelos, rencores, iras, deseos.

Entonces levanto la cabeza del papel y veo una habitación desordenada, un ordenador de conexión caprichosa y un gran muro. Un muro sin agujero, claro está, salvo el de la clavija del módem, el cual además de pequeño, no parece mostrar sino el polvo que se desprende del tabique.

Quisiera saber más. Sobre culturas, ciudades, idiomas, personas, costumbres. Preguntar no siempre es el problema: lo complicado es encontrar a alguien que conteste, porque el mundo gira deprisa y porque desconfiamos los unos de los otros. Ojalá hubiera una suerte de banco en el que cada cual done o deposite un pedazo de su historia vital, de lo que conoce y le gustaría mostrar. Pero no.

Si miro hacia el exterior del muro, más arriba, veo a la gente que camina o charla ahí fuera. Algunos van más deprisa. Otros sencillamente están parados, o van en bici, o miran a la nada mientras pasean a sus perros. Supongo que por eso estoy aquí sentada, porque no soy el narrador de un libro, ni puedo ver lo que ellos piensan, sienten o desean. Supongo que por eso me hice escritora: porque es lo más parecido, aunque haya que conformarse con hacer cábalas, inventar y contar.

22 comentarios:

  1. Bueno, si no puedes saber la historia de los demás, pues invéntatela, ¿no?

    ;)

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  2. Ese es el truco, Álvaro =) También resulta muy gratificante.

    Besos!

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  3. 0.0
    Acabas de escribir lo que pienso exactamente.
    Es increíble lo bien que lo has descrito...

    SuperGenial.



    :D

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  4. Tu artículo es tan bueno, que podría servir de argumento para una novela. Excelente.

    Besos!
    Blanca

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  5. kiwi, sospechaba que no era la única a la que le pasaba. Me ha costado mucho tiempo poder expresarlo con palabras, pero de cualquier manera lo notaba, sentía que estaba ahí. Y ahora que por fin ha salido, lo quería compartir.

    Mil gracias por el comentario, kiwi
    Besos!!

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  6. Blanca, lo que dices significa mucho para mí. Alguna vez he pensado en recrear la historia de algún voyeur literario, quizás lo haga.

    Besotes,
    naTTs

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  7. Muy bien, curiosa.
    ¿A quién no se le ha ocurrido qué podría haber sido si en lugar de... o ante una situación vista a otros o, que hará este o aquel tras esa puerta o, cómo será realmente este o aquella actriz? lo dificil, lo verdaderamente difícil no es imaginar que habrá tras el muro, sino contarlo y que el que te lea o escuche sienta esa historia. Y ahí está el punto. Punto que pocas personas (entre ellas tú) lo consiguen y precisamente por esa curiosidad, esa imaginación y el deseo de contarlas.

    Y como nadie es Dios uno se hace o pretende serlo inventando historias imaginando lo que ocurre tras el muro.

    Cuando alguien te dice: Me gusta lo que has escrito, qué imaginación tienes, has escrito lo que yo estaba pensando, no se me había ocurrido nunca o qué bueno. Ten por seguro que si son sinceros, has atravesado el muro, has viajado sin estar o has adivinado. Y para ser un/a buen/a escritor/a primero hay que atravesar ese muro.

    Me ha gustado, has escrito lo que estaba pensando, qué imaginación tienes.

    Un abrazo.
    Jesús

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  8. Hola Natts,

    Realmente la entrada que expones es bastante original: el poder de la mente y su necesidad de alimento (con qué o cómo apaliar el hambre cuando ésta se despierta); inmenso campo ilimitado y complejo, el estudio ha hado (o daría) para ocupar volúmenes enteros y, aún así, estaríamos casi en el comienzo de los comienzos del mundo de la conjetura y todo lo que en ella se encierra.
    Lo que cobra mayor fuerza cuando se abre la curiosidad es la intuición, que despliega el campo osado e imprudente de uno mismo y destapa la tentación y la pregunta. En nuestro caso, el que muestra el gusto por la escritura, armando historias, enreda ese prima de imprudencia e intuición entre secuencias de cómo sería o le gustaría que fuera la trama que una vez imaginó; he ahí un mero chispazo de la grandiosidad de la mente.

    Una entrada estupenda, repito.
    Besos, amiga.
    Mián Ros

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  9. Jesús, tu comentario si que es para decirte que me ha encantado. Tu punto de vista añade algo muy interesante: ese contar, que va más allá de la necesidad y se centra en la calidad del nexo entre lector y escritor. Muchísimas gracias, amigo

    Besos,
    natts

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  10. Mián Ros, da mucho que pensar tu comentario. Tienes razón al hablar de esa mezcla de intuición y trama: escribir es finalmente la consecuencia y a la vez el medio de canalizar esa curiosidad nuestra algo malsana. Y la intuición tiene un papel muy importante.

    En fin, esto da para, al menos, un par de libros, ¿no crees? :)
    Abrazos,
    natts

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  11. Me pasa EXACTAMENTE LO MISMO. tendremos que conformarnos con eso...con eso y con seguir investigando lo que podamos. :) Por ejemplo por los blogs y bueno también se aprende mucho charlando con la gente, así que...

    Besos!!

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  12. Observar los gestos, las acciones de los demás, puede revelarnos mucho más de lo que parece. Sólo se necesita estar atento, captar los detalles y estar siempre abierto a proporcionarles interpretación. Es la mejor manera de acceder a esa historia de la que hablas. Pero creer que se trata de la historia de los demás sería caer en un error, porque todas las interpretaciones se refieren a tu propia historia. Ésa es de la única que podremos escribir. Cualquier relato será un aspecto, una lejana proyección, de nuestra propia e inabarcable historia.

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  13. Elena, ¡me olvidaba de los blogs! Es cierto que navegando por internet se encuentran muchísimas cosas. Otra cosa no sé, pero información... de todas formas se echa de menos ese toque real, el contacto o la experiencia directa.

    Un besote!!!

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  14. Leralion, qué buena aportación. Supongo que el filtro de nuestros sentidos convierte la historia en propia, que desde el momento en que entras en su órbita eres un elemento más de ella.

    Me gusta esa idea, me veo más cerca de lo que creía lejos.

    Un saludo

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  15. ¡Cierto!¡Cotilla al máximo! A vces, si me cruzo con alguien por la calle que llama de algún modo la atención, me siento tentado de seguile, para sacarle más datos a "su" historia. Es como si fuésemos "vampiros de vivencias ajenas", para alimentarnos de sus vidas.

    Qué cosas

    Un saludo

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  16. Blas, ¿verdad que dan ganas de seguirle? Tienes razón, esto sí que es ser vampiro, y no como los de Stephanie Meyer... ;)

    ¡Saludos!

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  17. Hola Natalia:
    La curiosidad juega un papel muy importante a la hora de escribir, yo siempre llevo papel y boli por si acaso, aunque a veces las gentes te miran como si fueras un bicho raro, si decides en el autobus o en el tren hacer de improvisada escritora.

    Besos,
    Tessa

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  18. Ja,ja.. hola naTTs, estoy con Blanca Miosi: tu entrada daría para una novela, es que los escritores somos observadores de lo ajeno, y a veces uno se siente mal, porque da la sensación de que "nos nutrimos" de forma casi obscena de la vida de los otros.
    Un besazo.

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  19. Hola^^ Hace mucho que no te comento. La verdad es que no he visto tus últimas actus, pero ahora las he leído de un tirón.

    Lo que comentas en esta entrada, como bien dicen por arriba, da para una novela. Esa curiosidad, esa sed por saber las vidas ajenas, pintarlas a nuestra manera, creo que es algo común en nosotros.

    Tienes un premio en mi blog =D Cuando quieras, pásate a recogerlo^^

    Un beso, nos leemos^^

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  20. Tessa, ¡pues que miren! =) Te doy la razón, a mi me ha pasado alguna vez, pero al final puede más la necesidad de escribir. Es buen truco, lo dicen mucho, eso de llevar papel y boli.

    ¡Un beso!

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  21. Lo resumes muy bien, Sergio, la verdad es que es para darnos de comer a parte jaja. En fin, gajes del oficio.
    ¡He visto lo de tu blog en el ranking! Pasaré a comentar, que no quiero hacerlo sin antes leer el artículo.

    ¡Abrazos!

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  22. Ichi, lo mismo digo, te tengo vigilada ajaja pero en silencio, a ver si se me va un poco la desgana, me cargo las pilas y vuelvo por aquí al 100%. Descuida que recojo el premio en próximas entradas. ¡Besos!

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