14 mar 2010

Peligro de extinción


Dice la SGAE que el artista es un ente indefenso y vulnerable, similar a un ciclista fuera de su carril bici. Ellos lo dotan de casco y siembran de plumas su camino. Si se cae, lo recogen amorosamente y lo devuelven a su ruta. ¿Y qué pasa con los que empujan, pinchan ruedas o roban bicis? Inocentes o no, se apresuran a imponerles una multa, y la presunción de inocencia queda donde pisan unas ruedas que viajan mucho más deprisa de lo que se insinúa. Porque hay artistas que corren… y mucho. Peligro de extinción. Los creadores siempre han sido el eslabón más débil de la cadena, dice José Marías; sin embargo, ¿son frágiles los artistas que se acuestan en su colchón de millones? Suelo pensar en el blogger que emplea Internet para difundir sus escritos y contenidos con el único fin de darse a conocer, más allá de cualquier afán lucrativo, y sufre la violación de sus derechos de autor. Bajo mi punto de vista, no es su economía la que se ve repercutida, sino su identidad como creador. Ahí está el eslabón más débil, y no es tal por su condición de perjudicado en cuanto a beneficio perdido, sino un dañado por identidad robada. Vemos, pues, que la conversión en euros es invento de la SGAE, porque el verdadero daño que sufre el artista no está en el bolsillo, sino el corazón. Y si el sector de la canción está en crisis, tal vez sea momento de replantearse las pautas de esos que se hacen llamar artistas pero que actúan como empresarios. ¿Usted no vende discos? Ofrezca un servicio mejor. Adáptese a los tiempos que corren, válgase del software libre y sobre todo cante. Cante para que paguemos por oírle, y no por reproducir sus contenidos en público y colocarle un parche en el bolsillo. Cante y llénese el corazón…


Empecé a escribir este artículo hace unos cuatro o cinco meses, en colaboración con un amigo. Lo dejé inconcluso porque escribir entre dos es complicado, en especial cuando hay ideologías de por medio. Otra razón para que no llegara a ver la luz es que la SGAE no deja de sorprender, y la lista de fechorías se ha alargado bastante desde entonces.

Como autora me considero defensora de los derechos de autor, en tanto dichos derechos se limiten a la protección de la autoría frente a posibles plagios, explotación económica de la obra ajena, etc. Sin embargo, defiendo a su vez la libre circulación de ideas, canciones, imágenes, etc., y me opongo a que se añadan más obstáculos económicos a la difusión de la cultura de los existentes.

No sé si hago bien opinando así. De cada tres cosas que vemos, dos están detrás de nuestros ojos, y ya no sé a qué lado está mi percepción de entidad autoritaria, inquisidora y tiránica.

Según una encuesta realizada a la población española, la SGAE es considerada la empresa o entidad más odiada del país, por delante de Hacienda y de Telefónica.

Otra encuesta llevada a cabo por el diario El Mundo, revela que el 99% de los ciudadanos considera inadecuada la forma en que la SGAE protege a los autores.

Desde luego, si el fin de esta institución es fomentar la cultura, van muy desencaminados: hasta la fecha, solo han conseguido dar alas a la rebeldía y el odio, malogrando sus objetivos por culpa de una intención paradójica.

Lo mejor es que la cabeza pensante del movimiento, excelente gestor donde los haya, se retirará cobrando al mes lo que yo nunca ganaré vendiendo libros. Volviendo al título, y queriendo terminar, más vale que los directivos como este queden pronto en peligro de extinción, por el bien de todos.

Por cierto, aquí un amigo que creo merece ser escuchado, pese a que las canciones que interpreta no sean suyas (él siempre lo dice):


8 comentarios:

  1. Yo voy contigo, baby.
    Son todos unos carroñeros chupasaldos... ¬¬

    Y tu amigo lo hace bastante bien ^-^



    =)

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  2. Está muy bien lo que dices, y tienes mucha razón.
    La SGAE proteje segun los intereses que recibe, y la cultura, así desnuda, no da intereses. Pero he aquí que ha surgido un competidor, Internet, que no es que se preocupe por la desnudez de la cultura, pero tampoco le importa. Si el maestro Chapí levantara la cabeza... él, creó la sociedad de autores precisamente para luchar contra los que se comportaban como lo está haciendo hoy la SGAE, y quizá al excantante del grupo Los canarios habría que recordarselo, ¡claro que si va a jubilarse con más de lo que yo cobro al año...!

    Me ha gustado el razonamiento, y lo comparto. ¡Ah! termina el articulo, es bueno.

    Un saludo
    Jesús

    PD: Mira en prosófagos.

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  3. ¿Verdad que es bueno, kiwi? =)
    En fin, me temo que las cosas tardarán en cambiar. Habrá que hacer de tripas corazón por el momento y acatar las órdenes de la SGAE.
    ¡Saludos!

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  4. Jesús, qué triste que se hayan malogrado hasta tal punto los objetivos de la organización. No conocía al fundador pero sus intenciones se plasman en el nombre, aunque por lo visto ya no en sus acciones... En fin.

    ¡Vi las dialoguitis en prosófagos! :D Una auténtica gozada. Ya las comenté allí. ¡Gracias por la dedicatoria!

    Un beso!!
    natts

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  5. SGAE ha perdido el control del mercado, y eso les revienta...

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  6. Probablemente tengas razón, Jordim, por eso retroceden dando coletazos. En fin...

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  7. Debería haber más libertad, una cosa son los beneficios económicos y otra es el arte, ¿no se supone que son sentimientos? ¿O también eso van a censurar?
    Magnífica voz la del chico, sin duda.

    Un beso!

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  8. Bienvenido mente nocturna! Pues sí, parece que los sentimientos más bien les dan igual. Hay cada cosa... cada vez que oigo el nombre de la organización me hierve la sangre. Todo lo contrario a lo que ocurre con este chico, que canta genial verdad? jaja

    Un beso!

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