3 ene 2010

Técnicas literarias X: El proceso de construcción



Recuerdo un pasaje de Los pilares de la tierra (Ken Follet) en el que parte de la catedral que se estaba construyendo sufrió un derrumbe inesperado. Ello se debió a varias circunstancias, cuyo origen común era la modificación del plano original.
Al margen de lo que ocurriera realmente en el libro, y siguiendo con el símil, vamos a analizar algunas alteraciones del plano que podrían generar derrumbes por su peligrosidad.

1) Modificar la altura de la catedral

2) Sustituir los materiales iniciales por otros más densos


3) No dejar que el cemento de los muros se solidifique adecuadamente


Estos errores, si no se subsanan antes de proseguir con la cosntrucción, acabarán inevitablemente en derrumbe. Precisamente por lo complicado que es ceñirse a los planos, vamos a hablar sobre posibles actuaciones que palíen en la medida de lo posible cualquier daño potencial.

Pero, como aquí no es la arquitectura lo que nos ocupa, vamos a traducir estos conceptos al lenguaje literario.


1) CUANDO LA HISTORIA SE ALARGA PORQUE SÍ.

¿A quién no le ha ocurrido? Surge un hilo de la trama que no habíamos valorado pero que de repente nos encanta, y movidos por el afán creativo abandonamos cualquier esbozo y nos lanzamos a la aventura. Resultado: el protagonista ya no es el protagonista, la trama ha cambiado y tenemos 20 páginas más de lo previsto. Eso con suerte, y suponiendo que el tirón no haya sido en vano porque nos hayamos dedicado a charlar sobre un aspecto irrelevante para el lector. Paja, paja y más paja.

SOLUCIÓN __> Replantearse la historia. ¿Por qué nos hemos desviado de la idea inicial?

- Quizás no habíamos profundizado suficientemente en los personajes. Pensar en ellos y trabajar con aquel que nos sintamos más cómodos, esto es, designar un protagonista que merezca serlo y no cambiarlo a la primera oportunidad.

-No hemos prestado atención al guión. No digo que tengamos una bliblia como tal, pero sí unos esbozos mínimos de cómo va a evolucionar la trama, o dos simples líneas que compongan una sinopsis orientativa. Es importante tenerla a mano y muy presente durante la escritura, para no desviarse más de lo estrictamente necesario.

-No te apetecía contar esa historia, sino esta, la nueva. Entonces será mejor que borres los planos y elabores unos nuevos, porque la vieja catedral es historia.


2) LA NOVELA SE VUELVE ESPESA COMO EL CHOCOLATE... LA TRAMA SE COMPLICA Y SE ENREVESA EN EXCESO

Es un peligro muy común. Queremos abarcar muchos aspectos y tantas páginas por delante nos permiten dar rienda suelta a la imaginación y añadir detalles que acaban por convertir nuestro escrito en algo críptico e impenetrable.
SOLUCIÓN __> Tijeras. O una trilogía de 1000 páginas por tomo.

- Reconsiderar cuáles son las tramas más importantes. Pensar en una frase que resuma nuestra obra, y si no podemos dar con ella, modelarla hasta que lo consigamos.

-Tener tres cosas a la vista: el punto inicial, el nudo y el desenlace. Tratar de que sean lo más simple posible. Luego encajamos la trama en ese esqueleto, y cuidado, ¡que no nos salga un tipo demasiado obeso!

Nota: He sufrido este error en mis carnes, y aunque duela, aunque haya personajes enternecedores, momentos inigualables, frases para la historia... lo mejor son las tijeras, tijeras sin piedad, y tal vez esas historias tengan su hueco en otra novela, pero no en esta. Piensa ante todo en el lector y en la importancia que tiene el poder seguir la trama con facilidad.


3) ESCRIBIR SIN REVISAR... A LO LOCO

Cada cierto tiempo es conveniente revisar lo escrito y ver si todo marcha sobre lo previsto. Es muy desagradable llegar a la página 100 y ver que hay fallos horribles que invalidan o ponen en peligro más de la mitad de la novela. Recomiendo cocer a fuego lento, ir poquito a poco. Según mi propia experiencia, ahora que tengo unas 30 páginas reescritas de la novela, ya he tenido que parar porque había errores. Pero estoy a tiempo. Las primeras 6 páginas son casi perfectas, o al menos todo lo perfectas que he podido lograr que sean. Miro con lupa las grietas, estudio cómo solucionarlas y reconstruyo lo escrito. Luego sigo, porque es mejor parar en la página 30 y no en la 100.

SOLUCIÓN __> Escribir en intervalos de unas 15 páginas y descansar antes de seguir.


-Revisar y ser sincero. No poner parches, no autoengañarse.

-Corregir ante la mínima duda. Si un día te parece mal y al siguiente bien, es que está mal. Corrige.

-No desistir.

12 comentarios:

  1. Grandes consejos, sí señora =D

    Y creo que con un poquito de práctica en nada llegas al nivel experto xDDDD Ánimo y a por la SGAE!!!!!!!

    Besotes^^

    ResponderEliminar
  2. Habrá que trabajar duro con el kit, entonces ;)

    Y ya sabes, ¿eh? ¡Mucho mimo al construir la catedral!

    Besos!!

    ResponderEliminar
  3. Interesante artículo, Natalia. De acuerdo con prácticamente todo y solo me permito apuntar que cuando sea posible (y debería serlo siempre en base a mi experiencia) hay que contar con un "lector" objetivo. Alguien que nos dé una opinión sobre lo que estamos haciendo. En ocasiones los árboles no nos dejan ver el bosque y alguien ajeno al mundo en el que nos hemos metido, nos puede señalar errores hasta grandes. A mí me va bien y siempre lo recomiendo.
    Un saludo y gracias por tu visita a mi blog.

    ResponderEliminar
  4. Hola J.E Alamo

    Gracias por devolverme la visita, y también por tu observación. Desde luego, contar con un lector objetivo supone un avance muy importante en las correcciones. Tienes razón: los árboles no nos dejan ver el bosque. A mi me ocurre que soy muy crítica como lectora, pero a la hora de escribir me cuesta identificar los errores que cometo. También está el hecho de que como creadora de la historia, se mezclan las ideas en la mente y el papel. Al final puede que omitas detalles necesarios para la comprensión del lector, que vayas demasiado deprisa, etc. Corregir todo esto sin la ayuda de alguien externo sería imposible.

    De nuevo gracias por pasar, ¡nos leemos!

    ResponderEliminar
  5. Hola naTTs, las técnicas literarias que vas poniendo con cuenta gotas son muy de agradecer, como siempre aprendo cosas nuevas.

    Me ha gustado el simil empleado con parte de esa gran novela. Los consejos son muy buenos, pero tengo una pregunta ¿qué hacemos si nos surge un personaje que puede hacer sombra al protagonista? Sí, ya se, replantearse la historia, pero y si encaja bien ¿no sería mejor seguir el tirón y luego encajarlo? Las tijeras a veces dan miedo.

    Gracias por estas lecciones, no tardes con la siguiente parte.

    Un saludo
    Jesús

    ResponderEliminar
  6. Jesús, el caso que planteas es justo el que me ha ocurrido a mí.

    Tenía dos protagonistas muy claros, y apareció "ella". Me encanta trabajar con ella. De hecho, me resulta mucho más sencillo que sus diálogos resulten creíbles. Es, creo, el personaje más complejo y atractivo que he ideado hasta la fecha. ¿Qué hice cuando me di cuenta? Aumenté su presencia considerablemente y le otorgué un papel mucho más frecuente e importante en la trama. El resultado fue que uno de mis antiguos proganistas ya no lo era tanto, aunque seguía estando presente en la novela.

    Ahora que estoy reescribiendo, he decidido usar la técnica del "iceberg". Conozco muy bien a este nuevo personaje del que te he hablado, pero no puedo consentir que eclipse al resto. Lo hubiera hecho, como tú dices, si la cosa encajara bien. El hecho es que preferí ceñirme a la idea inicial, así que ella ha vuelto su posición, aunque desde allí lahago brillar. Vamos, que aparece poco pero se hace querer. No sé si me he explicado.

    Creo que a pesar de mantener la idea inicial se puede sacar partido a ese personaje. Si te gusta, conseguirás que esté bien construído, y aunque aparezca en un par de páginas seguro que conquista al lector.

    Por otra parte, entiendo tu miedo a las tijeras. No sabes lo mucho que me ha costado decidirme en este caso. Me consuelo pensando en que habrá sitio para ella en otra parte, o simplemente cojo un folio en blanco y escribo en él lo que no tiene cabida en la novela.

    Releeo y suena feo lo de arriba. Quiero decir que en cierto modo nos imponemos a nosotros mismos lo que vamos a escribir, aunque se supone que debemos escribir lo que nos de la gana. Todo sea por llegar a buen puerto. Siento que si no no acabaría nunca: en cada corrección saco nuevos personajes, nuevas sensaciones y escenas, y así no acabaré nunca. Deberías leer el primer borrador de mi novela y el más reciente: a veces pienso que ni siquiera tratan de lo mismo.

    Volviendo al inicio: no temas a las tijeras. Nada de lo que has escrito se pierde: guarda los retales, que seguro que en un momento dado te sirven.

    Gracias por la pregunta, Jesús. No imaginas lo mucho que me ha servido responder. Espero que a tí también.

    Un saludo, y prometo más entradas como esta. Este mes estoy con los exámenes, y aunque parezca contradictorio, como se suspenden las clases tendré algo más de tiempo que dedicar al blog.

    Un saludo,

    naTTs

    ResponderEliminar
  7. Uff....Como siempre ¡chapó, naTTS!, tienes la rara y particular habilidad de sacar a relucir los temas más escabrosos con los que se enfrenta el autor: ¡por eso tus entradas son tan interesantes, amiga! Respecto a mí, chica, ¡acabas de meter el dedo en la llaga! Vamos, has descrito a la perfección lo que me ocurrió con mi segundo manuscrito, que, cuando llevaba cuatrocientas páginas se me complicó de tal manera, que me salieron dos subtramas y terminó teniendo ochocientas páginas!! ¿Un error? Bueno, te doy la razón en muchas cosas de las que pones ahí, pero creo que la fundamental para el autor es: ser sincero consigo mismo. En mi caso, tengo claro que ese libro debe tener una revisión a fondo y meter mucha, mucha tijera, ¿me equivoqué al seguir? Pues yo creo que no, aunque difícilmente será publicable algún día, ¿por qué digo esto? ¡pues porque los personajes que salieron de esa ampliación eran y son maravillosos!
    En fin, que estoy zumbao, amiga, no me hagáis mucho caso.
    Un beso y ¡Feliz año Nuevo!

    ResponderEliminar
  8. Deuvolt, tienes razón al decir que no es un error porque yo también tuve esa sensación al descubrir lo que había escrito. Aunque no sirva en esa novela, seguro que has recibido unas cuantas clases de tus propios personajes. Y has mejorado. ¡Y has disfrutado! Porque no digas que estás zumbao, jajaj, ¡nos pasa a todos! Queremos a los personajes casi como a hijos, y al darnos cuenta de que la cosa se nos ha ido de entre las manos... yo ha he pensado en segundas partes o novelas enteras para ellos, pero uff...

    En fin, abrazos y feliz año!

    ResponderEliminar
  9. Natts, como siempre, una buena lección de narrativa.
    Te prometo que la tendré muy en cuenta con la novela que estoy empezando. Soy más dada a recortar trama, sin embargo, a veces creo que es necesario alargar las partes que podrían enriquecer la novela, sin llegar a exageraciones, claro.

    Besos!
    Blanca

    ResponderEliminar
  10. Blanca, qué bueno saber que tienes otro proyecto entre manos. ¡Ànimo con él!

    En cuanto a la trama, es cierto que no hay que acogerse a uno u otro extremo; no está de más alargarla un poco si hace bien a la novela. De hecho, a veces hay que darle un poco de aire al lector para que asimile acontecimientos, así que esa puede ser una buena manera.

    Abrazos,
    naTTs

    ResponderEliminar
  11. Buenas,

    Desde Proyecto de Escritora he encontrado tu blog. Estoy bastante verde en esto, y voy guiándome conforme a lo que veo en otros blogs, un comentario en un blog me llama la atención y curioseo. Éste es el caso, por ejemplo, con el tema de "No abandones tu Barco".

    Este tipo de consejos me son muy útiles. Lo de "no poner parches" como arreglo, ha sido un buen golpe para mí XD. He de reconocer que lo hago mucho, cosa que gracias a tus consejos voy a cambiar. Lo bueno, quizás, es que son detalles nimios.
    J.E. Alamo tiene mucha razón. Es muy fácil mostrarle una obra a un amigo, a una novia, a un familiar... pero de seguro no serán del todo objetivos, y es necesaria una visión de fuera (a veces ni eso).
    Personajes que hacen sombra al principal es un problema común.
    En fin, me encanta leer consejos para mejorar mi manera de escribir. Suele ser lo primero que miro en un blog. Veo además muchas cosas interesantes en el tuyo. Así que me verás por aquí a menudo^^.

    Saludos^^.

    ResponderEliminar
  12. Hola, Sergio José, lo primero, ¡bienvenido! Espero que leer estas técnicas literarias te sea tan útil como a mi escribirlas. Bienvenido, también, al mundo de los novatos, que yo soy una amateur más jejeje.

    Ya verás que es muy interesante convertir las dudas de los demás en dudas propias y aprender de ellas. Un fallo o error que no se te había ocurrido de pronto salta a la luz, y es fantástico poder corregirlo. Ya verás cómo aprendes mucho en la blogosfera, entrar en contacto con varios puntos de vista y dudas acelera el proceso que un escritor seguiría en solitario.

    Me alegra oír que podré leerte por aquí. ¡Un abrazo!

    natts

    ResponderEliminar